jueves, 18 de febrero de 2016

Amor eterno


Javier y Juanjo están sentados en el sofá. Actualmente no son los tipos más limpios ni aseados del planeta. La escasez de todo tampoco ayuda. Miran fijamente a Miriam, que está atada y amordazada a una silla. Miriam es hermana de Javier. Lo que les convierte en cuñados. Además, se conocen desde que tienen uso de razón. De eso hará más de 30 años. Ahora mismo les parece que hace un siglo. Sus rostros reflejan el agotamiento de un tiempo que les ha tocado vivir. La era de la sinrazón. Una época jodida...

- Tienes que soltarla, Juanjo - le pide Javier a su gran amigo.

- Ni hablar, tío. Tu hermana y yo nos queremos. Y lo sabes - contesta Juanjo muy serio.

- Mis padres se van a volver locos si no nos la devuelves, Juanjo - añade Javier tratando de convencer a su colega.

- Tu madre siempre ha estado muy loca, Javier. No me culpes a mi ahora de eso - replica Juanjo.

- Más locos si cabe, Juanjo. Joder. Es una manera de hablar. No me cambies de tema, tío - se defiende Javier.

- La amo. La amo como no he amado nunca a nadie. Sin ella mi vida no tiene sentido - responde Juanjo con la voz quebrada.

- Te lo pido por favor. ¡Por nuestra amistad, joder! Deja que me la lleve - suplica Javier.

- Si os devuelvo a Miriam no la volveré a ver nunca más. ¡La perderé para siempre, joder! - grita Juanjo.

- Mierda, tío. No me jodas. Ya la hemos perdido para siempre. ¡Todos! ¡Mírala! ¿Es que no lo ves? - pregunta Javier con dos tonos de voz más altos de lo habitual.

Juanjo mira a su Miriam. Miriam mueve su cuerpo hacia delante, tratando de llegar desesperadamente a Juanjo. Para morderlo a pesar de la mordaza. Aunque Juanjo la sigue viendo preciosa, sus ojos, vacíos de vida, sobresalen de un rostro blanquecino que ya empieza a perder carne debido a la putrefacción. Miriam es una de los millones de infectados por el maldito virus que ha devastado a la humanidad. Una muerta viviente. Una jodida zombie hambrienta de carne humana.

- Lo siento, Javier. Pero yo a tu hermana le juré amor eterno...

No hay comentarios:

Publicar un comentario