jueves, 1 de febrero de 2018

Soy un vampiro

Jueves: De los 18 a los 50 solo he estado soltero un año. No fue un gran año precisamente. Pues hoy he soñado que estaba soltero. Y la verdad, era triste...

Mi subconciente, para compensar tanto desasosiego personal, me ha organizado una cita con Elsa Pataky. A mi Elsa Pataky, en condiciones normales, me la suda pero a saber la de mierdas que tengo acumuladas en los rincones más oscuros de mi mente.

Total. Estábamos cenando en un restaurante bonito. Ella estaba muy guapa. Yo me sentía raro con la situación y decía más gilipolleces de lo normal. Y normalmente digo muchas. Ella se reía. Se reía mucho. Me gusta cuando la gente rie. Pero yo no lo disfrutaba plenamente, porque andaba preocupado por el momento en el que el martillo de Thor aparecía en escena y destrozaba mi cabeza. Le diré que soy Ironman, pienso. Soy idiota, pienso. Y despierto...

Son las 3 de la madrugada. Puto jet lag. Cómo me cuesta adaptarme. Debe ser la edad. Los dinosaurios se extinguieron por inadaptados. Me gusta seguir la estela de los más grandes. El brontosaurio, por ejemplo. Me doy la vuelta en la cama. Abrazo a mi churri y vuelvo a dormirme. Feliz...

Soy un vampiro. Siempre lo he sabido. Me gusta la oscuridad y mordisquear cuellos. Cuellos bonitos. Soy un vampiro con buen gusto. El sol no me mata, vale? Pero tampoco me pone moreno...

Como ajo pero porque hasta los vampiros podemos tener anomalías genéticas. Y no tengo pruebas empíricas, todavía, pero estoy casi seguro que moriría con una estaca atravesándome el corazón.

Soy un vampiro. Yo no elegí esto. El vampiro nace, no se hace. Bueno, sí. También se hacen. Cuando muerdes a alguien y lo conviertes. Pero en mi caso es de nacimiento. Hay que tener mucho estómago para morderme a mi...

Voy a ver si despierto...

Cadena perpetua

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