viernes, 14 de agosto de 2015

Una buena persona

Soy un niño bueno. Bueno. Un niño muy bueno...

El chaval apenas tiene 8 años. Sentado en los escalones que dan al jardín, permanece hipnotizado mirando el suelo. Un ejército de hormigas se está organizando para llevarse a buen recaudo el cadáver de una mosca. El chaval sonríe.

Soy un niño bueno. Bueno. Un niño muy bueno. Y las hormigas son mis amigas...

En el interior de la casa, los padres del niño han terminado de preparar la cena.

- ¿Qué debe estar haciendo nuestro mocoso que no se le oye?
- Está jugando en el jardín…
- ¿Sin hacer ruido? Me temo que algo debe estar tramando.
- Pero cielo… Nuestro niño es tan bueno que sería incapaz de matar una mosca…

Soy un niño bueno. Bueno. Un niño muy bueno. Y las hormigas son mis amigas...

¡Plas! Otra palmadita. Otra mosca cae al suelo. Otro ejército de hormigas se pone en funcionamiento. El chaval vuelve a sonreír.

-      ¡Adolf, cariño!¡A cenar!


Soy un niño bueno. Bueno. Un niño muy bueno...

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