Durante años me despertó el canto de unos pajarillos. Cambié el tono del despertador cuando empecé a perseguir a las palomas por la calle, sin saber muy bien el por qué. O sí...
En esta nueva vida como usuario del tren, lo único que creo puede empeorar estas mierdas que escribo es que Santa me traiga un reproductor de mp3. Porque aunque os parezca mentira, plasmo todas estas idioteces sin banda sonora en mi vida, salvo el rap de la Renfe.
No sé qué pasaría si pudiera escribir todo este manual de psicología barata escuchando algunas canciones épicas de Iron Maiden, Helloween o Dragonforce. O algo del glam de Kiss y Poison. O cualquier locura de tema de Guns'n'Roses, Babymetal o Accept. Pero sí, tendría que probarlo...
Queridos Reyes Magos, este año he sido un niño razonablemente bueno...
Barón Ashler |
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