jueves, 25 de enero de 2018

Adaptarse o morir

Jueves: Adaptándome a mi realidad después de tres semanas en Namaste. Yendo a buscar el tren casi me atropella un imbécil en bicicleta, un gilipollas de esos que cree estar en el puto Tour de Francia. De repente me he sorprendido a mi mismo canalizando mi odio. Solo espero que se parta las piernas pronto y no pueda volver a subir a una bici en su puta vida. Namaste ha hecho de mi una persona mejor...

Una dulce sensación de cotidianidad me envuelve mientras escribo una de mis mierdas camino a la normalidad. Estoy un poco zombie. No he dormido bien. Me he pasado media noche buscando un lavabo donde mear en Londres. Mi subconsciente trata de decirme algo. Pero no estoy para acertijos...

2018 ha empezado intenso y trepidante. Tres semanas de adrenalina a niveles desconocidos por mi, esfuerzo, concentración. No lo intenté. Esta vez lo hice. Yoda está feliz. Ahora solo necesito ordenar mis ideas para escoger el camino adecuado. Un abanico de posibilidades ha aparecido en mi vida. Me gustan los abanicos...


Los mercenarios del romanticismo somos así. Piratas en busca del mejor de los tesoros. De momento, voy a disfrutar de lo vivido. Y del día de hoy. El futuro no existe. El presente es un regalo. Eso lo aprendí de un oso panda...

No hay comentarios:

Publicar un comentario