martes, 2 de enero de 2018

Namaste: A quién madruga...

Y una polla. Aquí estoy. Sin café. Sin desayunar. Rodeado de gente pero más solo que mi referente vital, Han. Colas, colas y más colas. Y con sueño. Mucho sueño... 

Esperando que el transbordador espacial me lleve a Frankfurt, desde donde saltaré al hiperespacio por segunda vez en mi vida. Destino: el planeta Namaste. 

Un planeta de contrastes, me han contado. Vamos, que me lo voy a pasar de puta madre porque soy de contrastar mucho mis fotos. Puta bida, tete. 

Allí debo encontrarme con dos mercenarios con los que compartiré misión secreta. Dos tipos a los que conozco desde hace años. Piratas de los buenos. Como es una misión muy secreta no puedo contaros una mierda. Lo siento. 

Bueno. Tal vez cuelgue alguna foto en mi Instagram. Es una putada ser un pirata egocéntrico. Dejo demasiadas pistas. Pero, sin riesgo no hay diversión, verdad?. Y eso que lo sufro de una manera que jamás llegaréis a comprender. Y tanto sufrimiento hace envejecer mi cutis.
  
Sonrío al tipo que me pide la documentación. Hay un problema con mi apellido. Afortunadamente tengo dos. Hace una llamada al supervisor. Después de unos segundos de tensa espera, me da mi billete. Una jodida aeronave me espera...


No hay comentarios:

Publicar un comentario